lunes, 3 de mayo de 2010

La costa Norte y Ceuta

Los alrededores de Ceuta se están convirtiendo en un autentico destino turístico, con la construcción de paseos marítimos, apartamentos y resorts donde pasar unos días olvidándose de la vida cotidiana. 






Acompañamos a los primos hasta Ceuta donde ellos van a tomar el ferry hasta Algeciras. Comemos juntos en el resturante nautico de Ceuta, donde nos despachamos una plata de "pescaíto frito" bien acompañado de cerveza y vino. Un lujazo en esta parte del Africa. 




Después de esta comilona, nos metemos en un bar donde ver fútbol, y de allí ya un poco tarde nos vamos para Tánger donde acabaremos de quemar las horas que nos quedan antes de embarcarnos para Barcelona.

El Rif: ChefChauen

Que pueblo tan precioso es Chefchauen con sus casas encaladas de azulín, sus callejuelas laberínticas, su plaza con las terrazas donde comer, o tomar un té. La alcazaba con su muralla y la gran mezquita presiden la plaza, pero uno no puede perderse los pequeños hoteles con nombres de ciudades españolas y a veces europeas. 





Encaramada en la ladera de las montañas del Rif, perezosa y encantadora, sus habitantes dejan que el tiempo transcurra lentamente sin que para nada altere el ritmo de sus vidas. Solo la visita de los turistas que aportan la mayoría de sus ingresos puede alterar algo la vida normal de estas gentes.










Uno no puede despedirse de este encantador pueblo sin pasar por la Pasteleria de Aziz, donde se pueden degustar los mejores pasteles de la zona, y un buen café o té. He aquí mis queridos compañeros de viaje, unos desconocidos que se dejaron querer y que me permitieron acompañarlos en una aventura inolvidable.


Meknès "la nuit"

Si bien no resultó nada fácil encontrar un hotel en Meknès según nuestras conveniencias a las 10h30 de la noche, el hotel donde pasamos la noche resultó guardar una agradable sorpresa en su interior.
Empezamos tomando unas cervezas en el bar al son del raï marroquí y su música hipnotizadora, sin saber que a continuación abrirían la discoteca donde después de unos momentos de timidez contenida acabamos bailando con las "chicas" marroquís, que nos sorprendieron con sus movimientos acompasados y cargados de erotismo. Supongo que en cualquier discoteca europea no nos hubiéramos atrevido a bailar del modo que lo hicimos, por eso no hay ningún testimonio gráfico del "evento".

Las Gargantas del Todra

Des de Boumalne du Dades y siguiendo la carretera N10 llegamos a Tinerhir y desde ahí nos desviamos  por la R703 para recorrer las famosas Gargantas del Todra, que a pesar de ser un lugar muy turístico nos dejan un buen recuerdo. 




No hay una gran afluencia de turistas, así que podemos disfrutar del paisaje y sin embargo no nos bajamos del coche, pues esta noche queremos llegar hasta Meknès para dormir allí.














Los días transcurren muy deprisa y hemos de acercarnos al norte para estar preparados para el dia que hayamos de coger el barco en Tánger.



Tizi n Tazazert - Boumalne du Dades



Después del descanso bien merecido en la Kashba  Baha Baha, nos espera una larga jornada de montaña donde alcanzamos los 2.400 m. por una pista que nos deja a un lado y otro paisajes de inolvidable belleza, que van a quedar grabados en nuestras retinas para siempre.








La pista se endereza a medida que avanzamos y pasamos por pueblos olvidados en medio de una geografía que lucha por domesticar una tierra roja y pedregosa. Al lado y lado de los ríos aparecen unas manchas de verdor que dan vida y permiten poder subsistir a estos pueblos.







La carretera sube y sube sin aparentemente tener fin, y los niños nos salen al paso pidiendo que les regalemos un caramelo o un bolígrafo. En seguida el rumor de nuestro paso por aqui se ha extendido y los niños nos salen corriendo al paso. Nadie que no sea unos locos como nosotros pasa por aquí así que aprovechan la ocasión. Llegados al collado y hacemos un alto para disfrutar del hermoso paisaje que queda a nuestros pies. 








El descenso por el otro lado resulta ser menos pedregoso y un poco más fácil.
Con el descenso llegamos a la población de Boumalne  du Dades.



Nekob y sus Kashbas

Nuestro paso por Nekob fué fugaz como también lo fué por todos los lugares por donde pasamos con nuestros coches y sin embargo, causó en mi una honda impresión. A pesar de ser un pueblo que pasa desapercibido en todos los mapas de Marruecos ha sabido sacar partido de su entorno tradicional y se ha convertido en el pueblo con mas Kashbas de Marruecos. 





El esfuerzo por atraer un tipo de turismo ecológico y respetuoso con el entorno, y la restauración y rehabilitación de antiguos edificios respetando escrupulosamente las técnicas de construcción tradicionales ha conseguido un pueblo único en Marruecos.



miércoles, 28 de abril de 2010

Atravesando el Lago Iriki de camino a Nekob

Después de despedirnos de Ali y Aziz y su taller en el que anoche dejamos los coches para que les echara un vistazo y los pusiera a punto, nos dirigimos a Mhamid el Ghizlane.  El problema de la bomba intermedia de gasoil de Sidi, no estaba del todo resulta y el oficio de Aziz acaba de arreglar una avería que parece a todas luces que no va a traer graves problemas.





En Mhamid nos encontramos con las casitas de adobe que está construyendo para albergar turistas y aficionados al 4x4, Albert Mateu de Sant Feliu de Guixols junto a su socio, que muy amablemente nos enseña. Conservando la arquitectura tradicional y sin a penas impacto en el entorno pretende dotar del máximo de comodidad a unos bungalows que estoy seguro que van a tener mucha aceptación. Habrá de adaptar sin embargo su código de bienvenida al código de hospitalidad de los nativos para tener el éxito esperado.




Buscamos un lugar para acampar a cubierto del viento que puede soplar en el desierto, entre dos dunas, no sin antes pasar a saludar a nuestros vecinos bereberes que se ganan la vida con un campamento para turistas. Aceptamos la invitación que nos hacen a tomar té, y compartimos información actual. El tiempo no parece ser muy estable, y la oscuridad de la tarde se nos está echando encima así que nos apresuramos a encontrar un lugar donde poder disfrutar de la calma y el silencio del desierto.

























Pasamos por Zaoura Sidi Abo en Nebi, que dejamos a nuestro lado y de allí atravesamos el Lago de Iriki, que se mantiene seco y solo unos cantos rodados delatan su presencia. De allí a Foum Zguid ya no queda mucho, y a partir de ahí cogemos la carretera R11, y enlazando ésta la carretera R108 hasta Agdz, otro pueblo perdido en el mapa y ocupado por hombres y mujeres que luchan día a día por ganarse la vida.






Nos alcanza una tomenta del desierto que intentamos superar lo mejor que podemos. No es para bromear, con las ventanas bien cerradas y manteniendo una distancia prudencial entre los coches por si acaso hay que ayudar a alguno de nosotros,...



De Agdz donde hemos repostado agua para todos  y tabaco para Sidi, ya solo nos quedan unos kilómetros para llegar a Nekob donde nos alojaremos en una de las 45 Kasbah que hay en la población.